Rodritmos, un instrumento musical andante

Rodrigo Prieto crea los mejores ritmos y melodías usando su propio cuerpo como instrumento, una ocupación que lo ha llevado a ser uno de los creadores de contenido más populares de las redes sociales y a transmitir su pasión por la música mediante estas plataformas

Pecho, palmada, chasquido. Palmada, chasquido, pecho. Y así infinidad de combinaciones son las que utiliza Rodrigo Prieto, más conocido por su nombre artístico, Rodritmos, para crear, modular y dar vida a una gran diversidad de ritmos y melodías con su cuerpo como única herramienta. De este modo ha dado lugar al hombre orquesta de la modernidad, que con tan solo sus extremidades y un gran talento ha conseguido imponerse en el escaparate por excelencia, las redes sociales, como promotor de una disciplina poco usual; la percusión corporal.

Desde muy pequeño, la música despertó un interés muy especial en este joven que, aunque salmantino de nacimiento, lleva ya varios años afincado en Valladolid y estos tres últimos instalado en Zaratán. Así, con Mayumana y Blue Man Group como referentes de un estilo musical “diferente”, Rodrigo comenzó a formarse en esta materia, así como en arte dramático, para dar lugar unos años más tarde a Rodritmos, el creador de contenido que arrasa en las plataformas virtuales y promueve su amor por la música a través de sus vídeos.

“Cuando nos confinaron vi que las redes eran una vía para poder expresarme, y quise trasladar las técnicas de mi formación en batería al cuerpo, de tal forma que el bombo lo imitábamos con el pecho, los platillos con los chasquidos y la caja con las palmadas”. En esta línea fue dando forma a diferentes publicaciones en las que no solo muestra sus habilidades, sino que enseña a sus seguidores a hacerlo ellos mismos. “Me parece que es una forma de que mi trabajo no solo sea entretenimiento, sino que anime a los jóvenes, que son mi principal público, a intentarlo ellos y ver que se puede aprender y estudiar de una manera que va más allá de las clases normativas”.

De la misma manera, en sus vídeos muestra que el pecho, las palmadas y el chasquido no son las únicas formas de expresión corporal, sino también la boca, su instrumento favorito, pues “es como una caja de resonancia, y en función de la apertura y la nota que utilicemos podemos conseguir unos sonidos u otros”, explica. Admite que todo es cuestión de mucho esfuerzo y entrega, al igual que su trabajo en redes, ya que “el resultado final no es lo único que hago, y detrás hay cosas que no son tan bonitas”. Algo que le gusta dejar claro en sus talleres, pues además de las propias redes, Rodritmos promueve la percusión corporal de manera presencial como “forma de fomentar la coordinación, la movilidad o el desarrollo cognitivo”.

Sobre su futuro señala que quiere continuar con subiendo contenido y dando a conocer sus métodos musicales, ya que “las redes son una carrera de fondo y siempre hay alguien que hace algo igual o parecido a lo tuyo”, y poder crecer con vídeos más largos que le permitan “llegar a un público distinto y transmitir más conocimientos que en un formato más corto se queda escaso”.