‘El maestro’ del Real Valladolid Baloncesto forma su estrategia desde Zaratán

Roberto González, entrenador del Pucela y maestro de profesión, reside desde 2007 en el municipio, del que destaca su “tranquilidad y gran calidad de vida”

Roberto González, entrenador del Real Valladolid Baloncesto, reside desde hace catorce años en el municipio, del que destaca su “tranquilidad y gran calidad de vida”. Se dice que es más importante el profesor y su motivación para serlo que lo que enseña. La motivación de Roberto González Presas (Carpio, 1968) fue la de instruir a los demás y aprender de ellos. En su juventud tomó la decisión de iniciar magisterio, además de cambiar la pelota por la pizarra para convertirse en entrenador.

Esta vocación por la enseñanza y su amor por el baloncesto le llevaría, en 2009, a ser ayudante en los banquillos del Blancos de Rueda, en aquel entonces, el equipo vallisoletano en la máxima categoría del baloncesto español. Sin embargo, no fue hasta 2011 cuando González se hizo con los mandos del equipo como entrenador principal y consiguió mantener al Valladolid en primera después de una liga para el recuerdo.

Tras esta gesta, Roberto decidió relajar la mente y dejar el baloncesto profesional para encontrar la inspiración en su otro oficio, la docencia. Durante algún tiempo, el vecino de Zaratán compaginó las clases en Agustinas con el entrenamiento de diversos equipos, como el C.B. La Flecha o la selección española sub-16, de la cual “guarda un buen recuerdo”. Sin embargo, la historia de Roberto González y el baloncesto vallisoletano le faltaba una página por escribir. Así, en 2020, el ‘maestro’ decidió volver al Polideportivo Pisuerga y dirigir un nuevo proyecto con el ‘Pucela Basket’, en segunda división, pero con un prometedor porvenir.

El míster del Pucela Basket admite que sus dos etapas en la institución blanquivioleta no son comparables: “El club en sí es muy diferente, han cambiado las personas, los procedimientos y la competición. “La primera etapa fue el final de un club y ahora es su resurgimiento”, añade el carpeño. Sin embargo, lo que no ha cambiado es la afición: “Los seguidores del baloncesto en Valladolid no han dejado de venir nunca, son fieles al deporte, saben disfrutar y valorar el trabajo del equipo”.

El míster del UEMC Real Valladolid también admite: “La competición ha mejorado mucho, los partidos son muy apretados, unos los coges y otros no”, refiriéndose a los marcadores ajustados con los que el equipo ha terminado la primera vuelta. La filosofía del ‘maestro’ pucelano para el resto de la temporada es “trabajar en el día a día, formar un equipo fuerte y trabajador para poder estar en los puestos de Play Off”.

En 2007 Roberto González se asentó junto con su familia en Zaratán, donde tiene “todo lo necesario para vivir”. “La cercanía con Valladolid para desplazarse al trabajo y la abundante oferta de ocio, comercio y espacios naturales” fueron las principales razones que motivaron al de Carpio a asentarse en el municipio. El entrenador del Pucela Basket también destaca de Zaratán “la calidez de los vecinos y la tranquilidad propia de los pueblos”.

El técnico del máximo exponente del baloncesto en la capital destaca la buena labor que se está haciendo con el deporte en general y con el baloncesto en particular dentro de Zaratán: “Los equipos de básquet de liga Senior y las categorías inferiores están trabajando muy bien y van por el camino correcto”.

Asimismo, recuerda el buen funcionamiento de los clubes de la comunidad: “Hay muchos equipos que están sabiendo trabajar la cantera. El baloncesto en Castilla y León está creciendo notoriamente”.

Una lección que la docencia le enseñó a Roberto González fue la de vivir el presente y aprender en el camino. “El consejo para los jóvenes que jueguen al baloncesto es que disfruten del momento, el futuro no lo conoce nadie. Hay que divertirse con amigos y compañeros, disfrutar del trabajo; además, claro, de hacer caso a los entrenadores y profesores, que siempre les querrán ayudar”. Así es como el vecino de Zaratán ha enfocado su trabajo y el de los que aprenden de él cada día. “Cuando eres profesional y haces tu trabajo lo mejor posible no solo tú disfrutas del momento, también la gente que te rodea lo va a valorar y a vivirlo contigo”, sostiene.

Sobre esta filosofía se sostienen los sólidos cimientos de un Real Valladolid Baloncesto que, aunque está en plena reconstrucción, ya recuerda al de un gran club de primera.