Fecha: mayo 29, 2023

Entrevistamos al recortador zaratanero, elegido pregonero de las Fiestas de la Octava del Corpus gracias a su trayectoria delante de los toros

Los reconocimientos más allá de los premios de las competiciones u ovaciones del público llegan en momentos inesperados, y el caso de Christian no es una excepción. Tras ser elegido como pregonero de Zaratán para las Fiestas de la Octava del Corpus, atiende a Zaratán al Día para dar a conocer un poco mejor su persona y lo que esta oportunidad significa para él.

Cualquiera diría que el interés de nuestro protagonista por los toros nace con él, puesto que con dos años un pequeño Christian jugaba con una muleta en la Plaza Mayor, haciendo como que toreaba. Con esa voluntad casi inherente a ponerse delante de un toro desde crío, los encierros en los pueblos generaron una gran atracción en él. De hecho, confiesa que su afición real por los toros comienza ahí: “con 14 o 15 años empecé a salir por los pueblos y me metía a correr el encierro, aunque mi madre me reñía muchísimo”.

De correr los encierros de los pueblos a recortar a un toro hay un gran paso, y el culpable de que Christian lo diese fue Víctor Espejo, otro recortador de Zaratán que conoció en los encierros y, a raíz de enseñarle vídeos, consiguió llevar el amor por los toros de Christian a otro nivel. Recuerda, a sus 16, “entrenar con él, así que él es el mayor culpable que sea recortador”. Aunque, sincerándose con nosotros, confiesa que no se imaginaba “que iba a avanzar tanto en este mundo”.

Un mundo en el que Christian apunta que hay cosas que mejorar, como en todos los sitios, puesto que hay un gran número de recortadores y poner de acuerdo a tantos es complicado. En lo personal, él está cómodo con el mundo de los cortes y se centra en “disfrutar y sentirme bien delante de la cara del toro”. Como reconoce, todas las temporadas tienen sus más y sus menos, pero él sigue disfrutando al ponerse delante de un toro. “El día que deje de disfrutar y sentir lo que hago, lo dejaré, mientras tanto, como decimos nosotros, al lío”. Su intención, como todas las temporadas, es intentar llegar a los mejores campeonatos y plazas del mundo, y sobre todo “dar todo lo que el corazón me deje en cada plaza”, aunque nunca busca presionarse, puesto que “con esfuerzo todo llegará, no tengo ninguna duda ni prisa”.

Tras varios años con esa mentalidad, cosechando victorias y aprendizajes, en Zaratán han querido rendirle un homenaje eligiéndole para ser el pregonero de las Fiestas de la Octava del Corpus. El momento en el que se enteró fue tras una reunión de toros, cuando Adrián Martín y Basilio Hernández, concejales de Cultura y de Festejos respectivamente, le dijeron que tenían que hablar con él en privado. Reconoce, entre risas, que cuando se lo dijeron “no sabía si decir que sí, que no, o salir corriendo, pero claramente dije que sí”.

Tras el shock inicial en su corazón hay un batiburrillo de sentimientos entre los que destacan la ilusión y los nervios. Christian siempre ha asistido al pregón, y es consciente de lo que ello supone. “Es un momentazo, porque al estar viéndolo ya sabes que empiezan las fiestas, que las esperas ansioso, pero este en concreto se triplica la emoción”. La situación, por si no fuera suficientemente difícil, está rodeada por un secretismo tan complicado como necesario para que no se estropee la sorpresa. Según nos cuenta, “la familia de casa ya lo sabía, pero todos mis amigos y demás familiares no saben absolutamente nada y es difícil no soltarlo porque te entran muchas ganas, pero hay que aguantarse la sorpresa».

Fotografía principal: Raúl Taurino.